Crítica de arte
Héctor fCarrión
Héctor fCarrión
Es hoy por hoy el nombre de Héctor fCarrión todo un símbolo del arte que algunos historiadores y críticos de arte califican de postmoderno. Quizá exista parte de razón en ello, porque indudablemente ese estilo acapara gran parte de la producción artística del momento, pero lo que no es cierto es que la evolución plástica de fCarrión camine por los mismos derroteros.
No ocultamos, sin embargo, que las premisas iniciales de su arte están inmersas en los conceptos generales que impusieron hace algunos años las vanguardias en el arte. Pero como adelantamos ya, fCarrión toma otra vertiente cada vez más lejana a estos principios, casi dogmáticos, que le vieron nacer como autor.
Existe en su obra, más concretamente en su llamada Secuencias temporalizadas, una lucha constante por conseguir mediante el camino de la abstracción una huida de los tópicos que el mencionado arte postmoderno encierra. Para ello fCarrión cultiva diversos procedimientos tanto en la búsqueda del material idóneo, de la forma de la construcción, etc.
Encontramos así a un artista que trabaja con las preocupaciones propias de quien busca en el arte el color, forma y plano. Constantes que hacen que, como indicábamos, deje de lado en esta etapa otro tipo de innovaciones meramente vanguardistas, para centrarse en estos tres conceptos.
Estudia y trabaja desde esa praxis, que en un principio pare simplificada, para luego, una vez elaborados estos factores, poder seguir innovando. También se remonta a materiales simples, la madera parece ser soporte perfecto. O, por último, reduce su paleta a colores planos, sin aspiraciones cromáticas por el momento.
No es por ello la obra de fCarrión algo simple, sino que por el contrario renacen nuevas vertientes expresivas a las que no se podría llegar si no es por el camino que él ha elegido. Vertientes que por otro lado conducen al sentido espacial que lleva su arte ya como un sello personal, producto de la obsesión por romper con lo establecido por el arte del momento.
Antonio Garesse (crítico de arte, Madrid)

Héctor fCarrión
En la alegre iconoclasta de la movida madrileña, los postmodernos protagonizan el escándalo de un arte que, pareciendo nuevo, tiene además la voluntad de serlo. Pintores, poetas y músicos quieren rivalizar en la audacia expresiva, arrancando un nuevo fénix redimido a la ceniza aún caliente de la modernidad.
Ha nacido un movimiento ecléctico, con el lejano precedente, nunca homologado… Se ha integrado el país en un proyecto único de libertad espesa y rumorosa. Y en el copioso árbol de la democracia -Guérnica sólido y fructífero- el líder rivaliza con el pájaro, en decisión de vuelo y de expresividad.
Entre estos líderes de la expresividad postmodernista, Héctor fCarrión descuella por la inquietante lucidez de sus maneras y de sus poéticas artísticas. Para este creador plástico, el hilo de la historia se ha roto en el momento de Picasso. El arte universal deambula por los callejones sin retorno de una búsqueda nueva y de una incógnita sagrada. En los altares de los sacrificios, se han quemado todos los intentos. No queda sino el solo incienso de las figuras masacradas y de los valores destruidos; un puro olor de muerte sobre el ara de la consumación dialéctica del arte. Pero en el atrio de sus catedrales, una nueva liturgia está ensayando la instrumentación de su holocausto.
Rafael Soto Vergés (crítico de arte y poeta, Madrid)

